El trabajo desde casa, un concepto todavía bastante nuevo, no se ha hecho realidad hasta hace pocos años. Tanto es así que quienes trabajaban hace 50 años probablemente se habrían quedado alucinados ante la idea de que tantos de nosotros desempeñáramos nuestro trabajo desde la comodidad de nuestro hogar. Pero gracias al auge de la tecnología y desde la convulsión del COVID-19, la mayoría de la población activa mundial ha instalado una oficina en su humilde morada.
A pesar de que los desplazamientos son MUCHO más fáciles, trabajar desde casa también tiene sus problemas. Cómo organizar la jornada, dónde instalar la oficina o simplemente evitar la tentación de picar algo de la nevera cada 15 minutos son sólo algunos de los problemas a los que nos enfrentamos. Así que, si quieres consejos sobre lo que NO debes hacer, lee 10 de nuestros peores consejos para trabajar desde casa que debes evitar.
1) Levantarse tarde
En primer lugar, levantarse tarde es el peor consejo para trabajar desde casa. Aparentemente, abordar tu lista de tareas pendientes nada más levantarte te permite empezar con la tarea, lo que te da más tiempo para dedicarle durante el día. Si te levantas tarde, dejas que la somnolencia matutina se apodere de ti en lugar de ponerte manos a la obra.
Además, madrugar significa empezar antes a trabajar y terminar antes (si el trabajo lo permite). Así tendrás más tiempo por la tarde para salir a correr o hacer esas tareas domésticas que llevas días posponiendo.
2) Cambia tu rutina cada día
Estrechamente relacionada con levantarse tarde, la idea de empezar y terminar el trabajo o hacer pausas a una hora diferente cada día es una muy mala idea. Si te aseguras de que tu rutina es la misma todos los días, lograrás un feliz equilibrio entre vida laboral y personal. Aunque trabajes desde casa, intenta seguir tus pautas normales de trabajo y sueño. ¿Por qué no aprovechas el tiempo que pasas en casa para dar un paseo o leer?
Y, una vez terminado el trabajo, ¡asegúrate de que se acaba! Recoge tus cosas de trabajo o cierra la puerta de la oficina. No vuelvas hasta que empiece tu nueva jornada laboral. Si se te da fatal fijarte tareas, márcate un horario adecuado para seguir a lo largo del día. Lleva una agenda o un calendario para poder prever tus futuros plazos.
3) No dispone de un espacio de trabajo específico
Sentarse en el sofá o tumbarse en la cama puede parecer una buena idea en ese momento (sobre todo si estás teniendo uno de esos días), sin embargo, es una auténtica zona prohibida si quieres trabajar de forma productiva. En lugar de eso, asegúrate de que tienes una zona exclusiva para trabajar. Si no tienes un despacho en casa, trabaja en una mesa, por ejemplo en el comedor. Así podrás concentrarte en tus prioridades laborales.
Procura que no haya distracciones tentadoras en tu espacio de trabajo, como un televisor o un frigorífico (las cocinas no son los mejores lugares para trabajar). Asegúrate de tener todo lo que necesitas en ese lugar: cargadores, un bloc de notas, bolígrafos, una bebida, etc. Y no te olvides de ponerte cómodo. Ten una manta o cojines extra para cuando tengas frío o necesites más acolchado en la silla. Incluso puedes utilizar una vieja caja de cartón para apoyar los pies.
4) Trabajar en una habitación que no te motiva
Mural en la foto: Bosque encantado
Este es sin duda uno de los peores consejos para trabajar desde casa. Instalar tu oficina en el desordenado dormitorio de atrás, que es esencialmente la "zona de tirar la basura", no es una buena idea. Alternativamente, ¿por qué no crear una oficina en casa motivadora que tenga estilo y en la que sea un placer estar? Aunque hayas instalado tu oficina en el comedor, hay muchas formas de crear un espacio de trabajo inspirador.
En primer lugar, organízate. Elige un sistema de almacenaje de buen gusto que se integre sutilmente en la decoración de la habitación y que te ayude a guardar los documentos de trabajo más importantes, esos que no dejas de perder. Elegir un escritorio con cajones, estanterías prácticas o armarios finos son formas estupendas de incorporar más espacio de almacenamiento a una habitación. El almacenamiento práctico no sólo mejorará la organización, sino que dará a tu zona de trabajo un aspecto minimalista que te ayudará a mantener la mente despejada.
Mural en la foto: Piensa en positivo
En segundo lugar, disponga de una decoración motivadora. Todos podemos sentirnos desanimados a veces cuando estamos trabajando, así que es crucial que nos rodeemos de estímulos motivadores. Crea un tablero de inspiración con citas, fotos de lugares a los que te gustaría ir o simplemente fotos de tus seres queridos. Colócalo en una pared y míralo durante toda la jornada laboral. O, ¿por qué no instalar un mural inspirador en la pared de tu oficina? Un refrescante papel pintado de bosque calmará tus nervios en los momentos difíciles, o un mural con citas positivas te recordará por qué te esfuerzas tanto.
5) Estar siempre en las redes sociales
No podemos insistir en lo mala que es esta idea. Cuando estás en casa, nadie puede vigilarte y a veces puedes caer en la tentación de navegar sin parar por las redes sociales. Esto no sólo es terrible para tu productividad laboral, ¡sino que es una pérdida de tiempo! Si quieres navegar por Internet, resérvalo para los descansos. Después de todo, cuando trabajas en casa, puedes empezar a sentirte aislado. Así que asegúrate de estar conectado cuando no estés trabajando.
Para dejar de perder el tiempo en las redes sociales cuando deberías estar trabajando, ¡esconde tu teléfono! Ponlo a todo volumen por si llama el jefe, pero guárdalo en otra habitación. O aléjalo de tu escritorio o simplemente quítatelo de la mano. En segundo lugar, haz que te resulte más difícil desplazarte por la web en tu aparato de trabajo. Elimina las redes sociales de los accesos directos de tu navegador y mantén a raya esas tentaciones...
6) Planifique y afronte las tareas más difíciles cuando no esté inspirado
Por supuesto, éste es uno de los peores consejos para trabajar desde casa. En lugar de enfrentarte a las tareas cuando estás desmotivado, disfruta de la flexibilidad de trabajar desde casa. Planifica tu día para que se adapte a TI. Si eres madrugador, haz las tareas difíciles por la mañana, o si te levantas a media tarde, hazlas entonces. Así pasarás menos tiempo procrastinando y conseguirás terminar el trabajo.
7) No te molestes en conciliar la vida laboral y familiar
Sí, este consejo es ridículo. Todos necesitamos hacer una pausa en nuestra vida laboral y, como trabajamos desde casa, es aún más difícil separar ambas cosas. Por eso es fundamental cerrar la puerta de la oficina o guardar las cosas del trabajo en cuanto acabe la jornada laboral.
Si utilizas el mismo portátil para trabajar que para uso personal, configura tu navegador de Internet, como Google Chrome, de modo que tengas varias cuentas con distintas barras de herramientas en la parte superior. Así puedes tener una barra de herramientas para casa y otra distinta para el trabajo. No querrás que te recuerden esa tarea tan importante el sábado por la noche mientras estás de compras en Internet.
8) ¡No te tomes ningún descanso!
Si no hiciéramos ninguna pausa en el trabajo, creo que no duraríamos mucho. Y uno de los mayores problemas de trabajar desde casa es que muchos pensamos que tenemos que estar disponibles todo el tiempo: en absoluto. Si sigues una rutina de trabajo estricta y realizas tus tareas diarias, no necesitas conectarte a las 9 de la noche cuando deberías estar en el sofá viendo tu serie favorita. Y si eres una de esas personas que envían mensajes de texto sobre el trabajo en el chat del grupo de trabajo por las tardes o los fines de semana, ¡deja de hacerlo! Siempre que no se trate de información crucial que necesiten saber antes del lunes, no es saludable ni para ti ni para tus compañeros.
Por eso, nuestro consejo para trabajar desde casa es que te tomes descansos a lo largo del día. Si tienes tiempo en la pausa de la cena, ¿por qué no das un paseo, te tumbas o escuchas una de tus listas de reproducción favoritas? ¿Por qué no prepararte un café o dedicar entre 5 y 10 minutos cada hora a concentrarte en otra cosa? Esto te refrescará y mejorará tu productividad. Incluso podrías ver cuántos saltos de estrella puedes hacer en 5 minutos. Reto aceptado...
9) No tener límites
No tener límites es peligroso en la vida personal, así que ¿por qué no los vas a tener en el trabajo? Además de crear un horario diario, tomarte descansos y eliminar las redes sociales, establecer límites con los miembros de tu familia durante el tiempo de trabajo no solo es bueno para tu productividad, sino también para tu salud mental.
Si eres padre o madre, puede que tengas que cambiar tu horario de trabajo para poder adaptarte a la vida familiar. Si su hijo tiene edad suficiente, explíquele cuándo necesita estar solo para trabajar. En algunos casos, incluso puedes enseñarles tu horario para que lo entiendan mejor. O puede que tu mascota se haya acostumbrado más a que estés en casa, así que procura que entienda cuándo hay que dejarla sola y tú tienes que trabajar. A pesar de que nos encantaría pasar todo el tiempo con nuestros hijos o amigos peludos, establecer un horario estricto significa que trabajarás más y, como resultado, pasarás más tiempo con tus seres queridos sin sentirte estresado por el trabajo.
10) Golpéate a ti mismo
Puede que algunos de vosotros estéis decepcionados con vosotros mismos porque sentís que no trabajáis tan bien como cuando ibais a la oficina. Mientras hayas seguido los buenos consejos anteriores, ¡no hay nada más que puedas hacer! Una vez terminada tu jornada laboral, descansa. ¡Te lo mereces!
¿Te han gustado nuestros peores consejos para trabajar desde casa? Déjanos un comentario y cuéntanos cómo te las has apañado para trabajar desde casa.
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